Wembley
no necesita mayores presentaciones. Conocida como la catedral del fútbol, es
quizás el estadio más emblemático de este deporte alrededor del mundo, peleando
codo a codo con colosos como el Maracaná, el Santiago Bernabeu, el Allianz
Arena o La Bombonera. De por sí enfrentar a un grande como Inglaterra como
visita es una tarea mayúscula pero, si a esto le agregamos el factor Wembley,
esto se hace ya legendario.
Pocos
salieron vivos de Wembley. Pocos. Desde su inauguración con la selección
inglesa en 1924 (1-1 Escocia), grandes jugadores de todas las latitudes jugaron
en este estadio, algunos con más éxito que otros. Djalma y Nilton Santos,
Gilmar, Coutinho, Rivelino, Zico, Sócrates, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho,
Labruna, Más, Houseman, Kempes, Passarella, Maradona, Batistuta, Roberto Rojas,
Astengo, Salas, Higuita, Valderrama, Rincón, Asprilla, Iguarán, Spencer,
Mazurkiewicz, Francescoli, solo por nombrar a los sudamericanos.
Hasta
la fecha, y con remodelación de por medio, Inglaterra ha jugado 260 partidos en
su estadio, con 158 triunfos, 68 empates y 34 derrotas. El que más jugó fue
Peter Shilton, con 52 partidos, seguido de los monstruos Bobby Chalrton y Bobby
Moore. De los activos, Steven Gerrard asoma como el que tiene más juegos en
Wembley, con 29 encuentros. Como goleador, en tanto, aparece Bobby Charlton con
23 goles, seguido de cerca por Gary Lineker con 22. De los activos, claro está,
Wayne Rooney es el máximo exponente con 13 tantos.
Los
ingleses jugaron los primeros 7 duelos en Wembley ante sus “vecinos” escoceses,
donde incluso se comieron un 1-5 en contra. Pero más allá de este arranque casi
anecdótico, la catedral del fútbol fue testigo de momentos épicos en la
historia del fútbol. El primero en importancia quizás es el llamado partido que
cambió la historia del fútbol, jugado el 25 de noviembre de 1953, hace casi
exactos 60 años. Los húngaros destrozaron el prestigio inglés no solo con un
3-6 impactante a la vista, sino que con una clase de fútbol moderno, atractivo
e inquietante, que no le permitió a los dueños de casa reaccionar con una
obsoleta WM. Ese juego supuso el fin de una era, y no tan solo porque fue la
primera derrota inglesa en casa ante un equipo del continente, sino porque los
ojos del mundo fútbol se comenzaban a asombrar con un estilo de juego más
agresivo del que se había conocido y que los magyares harían gala un año
después en Suiza. Era el salto a la fama de Hidegkuti, Puskas, Kocsis y Czibor,
entre los principales, y adiestrados por el gran Gusztav Sebes.
Luego
de la reestructuración del fútbol inglés, vendría la década de oro, que ya se
auguraba con resultados tan abultados como un 9-3 a Escocia, 8-0 a México u 8-3
a Irlanda del Norte, todo antes de 1964. Sabían que la obligación era ganar el
mundial en casa a disputarse en 1966 y el bastión no era otro que Wembley.
Partidos duros contra Uruguay, Argentina o Portugal pavimentaron el camino
inglés a la final donde lo esperaba la Alemania Federal, favorita para los
expertos. En uno de los partidos más polémicos de la historia, la Inglaterra de
Banks, Charlton, Moore y Ramsey se quedaba con la corona gracias al triplete de
Hurst y pese a los reclamos aún vigentes de los germanos.
Tras
décadas de alegrías en casa pero sinsabores fuera de ella, en 1995 se viviría
otro momento de ensueño en Wembley. Se trata de la jugada con ribetes
mitológicos de René Higuita cuando golpea una pelota que se dirigía hacia el
arco con los tacos, pero por detrás de la espalda con una simulación de vuelo,
el famoso Escorpión. No queda claro del todo si el Loco realizó la maniobra al
tanto de una supuesta posición adelantada, pero sí sabemos que esta jugada ya
la había ejecutado años antes en su tierra natal, Colombia. La jugada aun forma
parte del anecdotario histórico del fútbol mundial.
Wembley,
víctima inexorable de la modernidad, debió rendirse a una demolición que tras
las cenizas levantaría un nuevo Wembley. Jugó su último partido por las
eliminatorias al mundial 2002 con una amarga derrota ante los alemanes por 0-1.
Debieron esperar 7 años los ingleses para volver a contar con esta reliquia del
futbol, cuando el estadio se reinauguró con un empate a un tanto ante Brasil.
CHILE,
UNO DE LOS MEJORES EN WEMBLEY
De
todos los rivales que han jugado ante Inglaterra en Wembley, solo 5 no
perdieron, y entre estos está Chile. Los sudamericanos empataron 0-0 en 1989 y
vencieron por 0-2 en 1998, en la mágica noche de Marcelo Salas. Es más, es una
de las 2 selecciones que jamás recibió goles en ese estadio.
Junto
con Chile, Rumania, Colombia, Ghana y Arabia no cayeron en Wembley. Los
europeos tienen el récord, ya que jugaron 4 veces y solo cosecharon empates.
Colombia, en tanto, logró 2 empates, mientras que africanos y árabes una sola
igualdad. Es decir, de estos 5 invictos, Chile fue el único que logró ganar. Como otro punto a favor, Chile y Alemania son las únicas selecciones con diferencia de gol positiva ante los ingleses en la Catedral.
Desde
la reinauguración de su estadio en 2007, Inglaterra solo cayó ante Alemania,
Croacia, Francia e Inglaterra. Con la
última selección no europea que perdió en Wembley fue justamente ante Chile,
teniendo que remontarse hasta 1995 para encontrarse con otro antecedente (1-3
Brasil). Este viernes, la selección de Sampaoli tiene la oportunidad de escribir otro capítulo de gloria en Londres o rendirse ante la historia de tan imponente escenario.
Por Luis Armandoski
En lugar de Allianz Arena, estadios que se pueden considerar "colosos" están el Azteca o San Siro.
ResponderEliminarAlexis x2 y Chile nuevamente gana en Wembley
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