viernes, 30 de noviembre de 2012

FOTOS DEL URSS - CHILE DE 1973

Y APARECIERON MÁS FOTOS

El partido entre la Unión Soviética y Chile, disputado en 1973, es una de las historias más misteriosas que guarda el fútbol criollo. En el marco del repechaje por la clasificación a 1974, el duelo tenía un morbo especial: Chile, hace solo 15 días, había sufrido un Golpe de Estado, derrocando al líder socialista Salvador Allende. Por ende, un partido en tierras soviéticas, con el nuevo escenario, se volvía realmente alarmante.
Se sabe mucho del arrojo de los jugadores, de un partido friccionado, etc. Sin embargo, el registro gráfico o audiovisual era nulo, sin conocerse muchos detalles de aquel encuentro.

En una labor de Eduardo Hormazábal ( @A_Rocketeer ), más la colaboración de Carlos Pérez ( @puertomontt25 ) y la verificación de Luis Urrutia O'Nell, Chomsky, se encontraron fotos en un sitio ruso, donde se puede no rechazar la hipótesis de que se trataría del mítico encuentro. A continuación, el detalle:


En el área chilena, se observa a Elías Figueroa, Francisco Valdés (sentado), Alberto Quintano, Sergio Ahumada (brazos en alza) y Juan Machuca. A la izquierda abajo, se aprecian las manos aparentemente salvadoras de Juan Olivares. Todos jugaron ese día.


Aquí se puede apreciar aparentemente al capitán soviético de ese duelo, Vladimir Kaplichny, con la cinta en su brazo izquierdo. De igual forma, el capitán chileno de ese duelo, Francisco Chamaco Valdés se puede observar en el fondo, también con una cinta. Comienza su corrida Carlos Caszely, con las medias abajo.


Al parecer, Juan Olivares se apronta a una gran atajada.


Finalmente, el goleador Arkadiy Andreasyan intenta ante las manos salvadoras de Juan Olivares.

El sitio ruso es: http://russia-matches.ucoz.ru/publ/matchi/1973/sssr_chili_00/44-1-0-633

Por ende, estas fotos corresponderían en un 99% de posibilidades al comentado duelo, siendo las primera imágenes que se logran rescatar.

Recientemente, Eduardo Hormazábal ha rescatado esta nueva foto, procedente de un sitio búlgaro



Por último, el afiche del mentado encuentro



Pero, siguen surgiendo más imágenes de este historiado partido.






Gracias al aporte de Eduardo Hormazábal.

Por Luis Armandoski

sábado, 24 de noviembre de 2012

Arqueros héroes en definiciones a penales


Las definiciones a penales surgieron como alternativa a un partido de desempate en aquellas confrontaciones sin un ganador declarado. Así, el arquero se torna en una figura consular para los equipos que tienen en angustia a sus seguidores. De la figura de este jugador, por ende, depende más de la mitad de la clasificación. Generalmente, el arquero se agranda en esta situación: es poco lo que tiene que perder, y muchísimo lo que tiene que ganar. Existen muchas técnicas, otras improvisaciones, etc., que hacen de este momento una instancia única para los futboleros. En el siguiente recuento, aquellos arqueros que se ganaron un sitial en la historia por su respuesta desde los doce pasos.

Duckadam y la gloria rumana
El Steaua es el rey indiscutido en el fútbol rumano, pero antes de comenzar la Copa de Campeones de Europa 1985-86, solo había ganado dos partidos en el certamen  (Borussia Dortmund en 1957 y Spartak Trnava en 1968). Sin embargo, de cara al nuevo desafío, el equipo de Bucarest contaba con una amplia gama de jóvenes valores con sed de triunfo. Superaron cómodamente a Vejle danés, Budapest Honved húngaro, FC Lahti finés y Anderlecht belga, para colocarse inesperadamente en la final. Sin embargo, el desafío era casi imposible: el Barcelona sediento de su primera gloria europea. Sin embargo, en un partido áspero, el cero se mantuvo hasta el final. Fue allí cuando, en la definición a penales, surgió la figura inmensa de Helmuth Duckadam, portero de 26 años. Atajó ni más ni menos que todos los remates de los catalanes: Alexanco, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos. Fue figura a nivel nacional, aunque prontamente se retiraría. Se sospecha malas relaciones con el régimen comunista de Ceaucescu.



Burtovoy, del anonimato a la hazaña
Colón disputaba su primera incursión internacional en la Copa Libertadores de 1998, clasificando en el grupo inicial donde se midieron ante River Plate, Sporting Cristal y Alianza Lima, haciéndose fuertes en el Cementerio de Elefantes. En octavos de final, el rival sería Olimpia de Paraguay, palabras mayores para el equipo del Profe Córdoba. Luego de ganar 3-2 en Santa Fe, y de caer por 1-0 en Asunción, el reglamento obligaba a definir por penales. Sin la presencia del titular Leo Díaz, la responsabilidad se le adjudicaba al joven José Pablo Burtovoy. Su actuación fue monumental, atajando 4 de los 5 remates paraguayos: Torres, Monzón, Paredes y González. Colón se instalaría en cuartos donde sería eliminado por River Plate. Burtovoy, en tanto, no tendría una carrera destacada, con pasos en el fútbol boliviano, mexicano y chileno.



Moriconi, Manos Mágicas
Para la temporada 1988-89 del fútbol argentino, la asociación decidió implementar una medida que revolucionaría el espectáculo. Luego de cada empate, se realizaría una definición por penales, otorgando un punto más al ganador. La idea era generar mayores emociones y más vocación ofensiva, resultado todo lo contrario. En este contexto, en el clásico platense, el arquero Gustavo Adolfo Moriconi se ganó la idolatría tripera. Luego de un 1-1, el Manos Mágicas, como se le conoció luego, taparía cuatro penales en la definición: Dalla Libera, Ponce, Nardoni y Trotta. Así, atajó dos más que su colega Yorno y le entregó un valioso (?) punto. Luego de esa temporada, el sistema revolucionario nunca más fue implementado y Moriconi, en tanto, fue transferido al fútbol mexicano, donde se retiraría luego.



René Higuita y una debilidad llamada Olimpia
Atajar cuatro penales en una definición es de otro planeta. Hacerlo dos veces, ante el mismo equipo y por instancias decisivas de Copa Libertadores no tendría calificativo entonces. Final de la Copa Libertadores 1989 y Atlético Nacional tenía la posibilidad de entregarle la primera copa a Colombia. En un duelo muy disputado y con sospechas, se obligaba a definir desde los doce pasos. Allí, en una serie interminable, René Higuita se consagró como figura al detener los disparos de Almeida, González, Guasch y Balbuena, logrando el verdolaga su única Copa. Al año siguiente, se volverían a ver las caras en semifinales, y la historia se repetiría, en gran medida. Higuita volvería a tapar cuatro penales, pero sin embargo, la impericia de sus compañeros, sumado a la también brillante actuación de su colega Almeida, envió a los paraguayos a la final. El Loco le tapó a Almeida, Samaniego, Cubillas y Amarilla.



Jaime Bravo y Adolfo Ríos.
En la Copa Sudamericana, el récord le pertenece al portero Jaime Bravo, cuando en la edición 2010 le atajó tres penales a Guaraní, defendiendo la valla de Unión San Felipe. En una definición interminable, Sam le tapó a Chávez, Marecos y el último a su colega Aurrecoechea, clasificando a su equipo a una instancia histórica. En Copa América, en tanto, el mexicano Adolfo Ríos le atajó a los ecuatorianos Capurro, De La Cruz y Rosero para instalarse en semifinales en 1997.



De categoría Mundial
La primera definición en un Mundial fue en las semifinales de España 1982, en uno de los partidos más recordados de la historia. Schumacher, el portero alemán, le tapó dos a los franceses Six y Bossis, instalando a los teutones en la final ante Italia. Cuatro años más tarde, Schumacher repetiría la gracia ante los dueños de casa, México. En cuartos de final, taparía los remates de Quirarte y Servín para clasificar a semifinales. En 1990, se erigiría la figura de Sergio Goycochea, clave en las definiciones ante Yugoslavia e Italia. Ante los balcánicos, contuvo los remates de Brnovic y Hadzibegic y en la semifinal ante los dueños de casa, se lucía ante Donadoni y Serena. En la final, estuvo a punto de taparle su remate a Brehme. Cuatro años más tarde, el arquero búlgaro Borislav Mihaylov taparía los remates de los mexicanos Bernal y Rodríguez para clasificar a cuartos, mientras que el sueco Thomas Ravelli hacía lo propio ante los rumanos Petrescu y Belodedici. En Francia 1998, Carlos Roa repetió la Gran Goyco y le paró los remates a los ingleses Ince y Batty. En semifinales, en tanto, la soberbia actuación de Taffarel (detuvo a los holandeses Cocu y R. de Boer) permitió a los brasileños instalarse en la final. En Corea-Japón 2002, un joven Iker Casillas se ganaba el cariño de toda España al contenerle los remates a los irlandeses Connolly y Kilbane. Cuatro años más tarde, el ucraniano Oleksandr Shovkovskyi atajaba los penales de los suizos Streller y Cabanas, para meterse en cuartos. Conocida es la gracia de Jens Lehmann, que con ayuda del torpedo, le detuvo los penales a Ayala y Cambiasso. El récord, sin embargo, lo tiene el portugués Ricardo, que le contuvo tres penales a los ingleses. El portero ya había sido figura en la Eurocopa dos años antes, y repetiría la gracia, conteniendo los embates de Lampard, Gerrard y Carragher, obteniendo un boleto en semifinales. En la última cita mundialista, el arquero uruguayo Fernando Muslera tapó dos penales ante los ghaneses (Mensah y Adiyiah) clasificando a semifinales tras el picotón del Loco Abreu.



Por Luis A.

martes, 6 de noviembre de 2012

Torino: del cielo al cielo


La historia del Torino, un grande en la historia del fútbol europeo.

Historia
El Torino Football Club fue fundado en los albores del Siglo XXI, el 03 de Diciembre de 1906, en la ciudad de Turín, al norte de Italia. En esa ciudad, y con motivo de la presencia de otro grande como la Juventus, se juega el Derbi della Mole, con gran apogeo en la primera mitad del siglo pasado. Ya en su primera competición, el Campeonato Federal de 1907 – símil de la actual Serie A -, Torino eliminó categóricamente a la Juventus, avanzando a la ronda final. En esa instancia, sólo le faltó un punto para empatar con el AC Milan, el campeón del certamen. En 1914-15, se clasificó nuevamente para la ronda final, junto a Genoa, Inter y Milan, sin embargo, la Gran Guerra interrumpiría el mini torneo, consagrando a los genoveses como monarcas con partidos por disputar aún. Los títulos de estos años fueron en su mayoría para el poderoso Pro Vercelli, otro caso a presentar. Luego de este prometedor nacer y ya en torneos con mayor número de participantes, el campeonato de 1926-27 sería de dulce y agraz para el Toro. Lograrían el título en la liguilla final de seis equipos, sin embargo, el escándalo Allemandi los despojó por secretaría del título. Luigi Allemandi era un defensor de la Juventus, sobornado por dirigentes del equipo archirrival. No obstante, en la temporada siguiente, el Torino pudo reivindicar su nombre, logrando su primer torneo, con la gran actuación del argentino Julio Libonatti, reconocido como el primer americano en ser transferido a Europa. Posteriormente, el Torino lograría mantener protagonismo en el torneo italiano con posiciones de adelantada, hasta que llegaría la época dorada.



Poderío
Luego de varios años sin títulos, a la vez que su más enconado rival alcanzaba constantemente la gloria, el presidente de la escuadra, Ferruccio Novo decidió refundar el equipo, en lo que sería un cambio sin igual en la historia del club. Contrataría a varias estrellas y prometedores valores de los distintos rivales, con lo cual el equipo ganaría los Scudettos desde 1942-43 a 1948-49 (con la interrupción entre 1943 y 1945 por la II Guerra Mundial). En el primero de los títulos, solo logró la gloria a 4 minutos del final en el último partido, cuando Valentino Mazzolla marcó ante el Bari, aventajando por un punto al Livorno. En la temporada 1945-46, el título quedó servido en la penúltima fecha de la liguilla, tras vencer en el derbi ante la Juve, con tanto de Gabetto. Luego, solo había que certificar ante Livorno, goleando por 9-1, mientras que la Vecchia Signora enredaba puntos ante Napoli. En 1946-47, Torino aventajó por diez puntos a su más cercano perseguidor, Juventus, en el título más cómodo del Toro, junto con el de la temporada siguiente, donde dejó atrás por 16 puntos al Milan. En la temporada 1948-49, dominaba sin sobresaltos la liga, hasta…



Trascendencia
No por pocos, el Grande Toro era considerado el mejor equipo de Europa. La selección italiana basaba su formación en la década de los cuarenta en el equipo turinés. Como ejemplo, en la nómina italiana tipo, había 10 representantes del Torino, y en el último partido pre tragedia, alinearon a seis titulares ante España. Contrariamente a la impronta italiana, el Torino practicaba un fútbol alegre y ofensivo. 7-0 a la Roma, 7-1 Napoli, 9.1 Livorno, 7-2 Fiorentina, 6-0 Vicenza, 6-0 Genoa, 6-2 Milan, 7-1 Roma, 7-1 Salernitana, 6-0 Triestina, 10-0 Alessandria. Mantuvo un invicto como local de 93 partidos. Todo eso en el lapso de 3 años, como muestra de su vocación de fútbol pensando en el arco rival. La base era Bacigalupo en el pórtico, Maroso y Aldo Ballarin en la retaguardia, Martelli, Castegliano y Rigamonti – que a veces se retrasaba -  en el medio, para dejar en el frente de ataque a Menti, Loik, Gabetto, Mazzola y Ossola. El cambio de técnicos constante en el período no logró desdibujar el planteamiento característico del Torino.



Accidente
Dada su trascendencia a nivel continental, el Torino fue invitado al partido de homenaje de Francisco Xico Ferreira, gran ídolo del Benfica de Portugal, a disputarse en Mayo de 1949. Que hayan perdido ese último partido queda como detalle, ya que en el camino de vuelta ocurriría una de las tragedias más grandes en la historia del fútbol mundial. Cuando el avión que los traía de vuelta ya se aproximaba a Turín, el mal tiempo y errores del piloto, provocaron que la nave se estrellara en la Basílica de Superga, falleciendo instantáneamente los 33 ocupantes. Entre ellos, 18 futbolistas:
-          Valentino Mazzolla, 30 años, 12 internacionalidades, 4 goles
-          Valerio Bacigalupo, 25 años, 5 internacionalidades
-          Aldo Ballarin, 27 años, 9 internacionalidades
-          Eusebio Castigliano, 28 años, 7 internacionalidades, 1 gol
-          Rubens Fadini, 21 años
-          Ezio Loik, 30 años, 9 internacionalidades, 4 goles
-          Danilo Martelli, 25 años
-          Mario Rigamonti, 26 años, 3 internacionalidades
-          Gyula Schubert, húngaro, 2 internacionalidades, 1 gol
-          Guglielmo Gabetto, 33 años, 6 internacionalidades, 5 goles
-          Romeo Menti, 29 años, 7 internacionalidades, 5 goles
-          Franco Ossola, 27 años
-          Emile Bongiorni, francés, 28 años, 5 internacionalidades, 2 goles
-          Ruggero Grava, 27 años
-          Giuseppe Grezar, 30 años, 8 internacionalidades, 1 gol
-          Virgilio Maroso, 23 años, 7 internacionalidades, 1 gol
-          Piero Operto, 22 años
-          Dino Ballarin, 23 años
Además, los entrenadores Egri Erbstein y Leslie Levesley, 2 dirigentes, 3 periodistas y el personal de tripulación.
El propio Vittorio Pozzo, campeón con la azzurra en los mundiales de 1934 y 1938, fue llamado para reconocer a las víctimas, a las cuales conocía muy bien. De no ser por las circunstancias de la vida, los futbolistas siniestrados hubieran sido 20. Uno de ellos, ni más ni menos que la superestrella Ladizlao Kubala ¿Cómo, si el húngaro no jugaba en el Torino? Simple, dada la fama de ambos, el jugador fue invitado a ser parte del equipo que jugaría en Lisboa. Sin embargo, a poco de embarcar, se enteró que sus familiares lograron escapar del infierno que vivían en su tierra natal. Así, Kubala viajó a Udine para encontrarlos, y salvarse de la muerte. El otro “afortunado” era el defensa Sauro Tomá, quien no viajó a causa de una lesión. Mazzola, la megaestrella del Torino, también debía quedarse, pero prefirió viajar. La esposa de Tomá le dijo el día anterior al defensa, en medio de su decepción, que ese viaje le traía malos pálpitos.
La tristeza fue enorme. Turín e Italia se paralizaron, como lo demuestra el archivo del funeral. En lo intrascendente, la federación italiana decidió entregarle el campeonato en disputa al club, que alineó con juveniles los partidos que le restaban. Así se terminaba la época dorada del club.



                                                                     Amistad con River
River Plate, quizá el mejor de América en ese tiempo, decidió marchar a Italia para disputar un partido a beneficio del Torino. Ante un equipo de figuras italianas, y con las entradas por las nubes, ambos equipo brindaron un genial espectáculo, empatando a dos tantos. Desde allí que nació una amistad entre el equipo turinés y el Millonario. Algo que se vería reflejado en la posteridad en las camisetas de recambio de ambos equipos.
















Posteridad
El Torino no volvería a ser el mismo. Luego del desastre, logró rearmarse con buenas piezas, pero no le alcanzó para más que cuartos o quintos lugares. Luego, vendría una época de irregularidad que se encontraría con el oasis del título de primera en 1976. Posteriormente, el ascensor entre primera y segunda, y con el recuerdo tatuado de la época dorada y la tragedia. En el lugar de la tragedia, aún muchos hinchas del Torino dejan ofrendas para recordar a sus mártires.


Por Luis A.