jueves, 14 de febrero de 2013

Para amores fieles, el fútbol


Como cada 14 de febrero, calles, redes sociales, malls y plazas se dividen irremediablemente entre los que celebran el amor con toda clase de artilugios rojos, aquellos que declaran al amor como algo diario y consideran este día solamente una fecha comercial (adhería a este grupo hasta que vi quebrar a village y dudé del dinero que mueve la celebración) y los que simplemente no le dan ninguna vuelta, pero aprovechan algún cuponcito salido en una revista para cambiar los calcetines percudidos.

Transversal a los grupos anteriores, hay un amor fiel que nos entrega todo y al que retribuimos en diferentes medidas; que ni en un día como hoy se detiene (para muestra, Liga de Europa, Copa Libertadores), el fútbol. Categorías de fútbol y amor sobran: hinchas sacrificados, hinchadas coloridas con cánticos originales, futbolistas y corazones a las cámaras, futbolistas y besos padrinescos a anillos, etc. Goles son amores, pero no exclusivamente, ya que también existen futbolistas cuyos nombres encarnan el amor sin dobles lecturas.

GUILLERMO AMOR
Amor en estado puro. El mediocampista que marcó – en palabras del aprendiz – el camino a Pep Guardiola y, de paso, obligó a Luis Milla a buscarse un lugar lejos de Cataluña, en el archirrival. Sigue siendo uno de los jugadores con más partidos y títulos en el club, actualmente trabaja en las divisiones inferiores de los culés. Uno de los sustentos del primer mito: el Barca de Cruyff es impensable sin el “antecesor” de Busquets.

MARAT IZMAILOV
Uno de los apellidos más románticos del medio futbolístico, tiene como portador a un ruso que no escapa a las cruces que suelen cargar los talentosos nacidos tras la cortina de hierro. Talentoso, frágil e indisciplinado por partes iguales, ha visto largas temporadas desde la enfermería. Este año traiciona al Sporting y recala en las filas del Porto, está por verse si seguirá lastrado por lesiones.

MARCIO AMOROSO
Delantero de rachas, letal e irrelevante en años seguidos, repartió sus mejores momentos en Udine y Dortmund, alcanzándole incluso para vestir la canarinha y alzarse con una Copa América. Vistió la camiseta de 11 equipos (sin contar selección), lo que lo sitúa en el exclusivo grupo de los que tienen más kilómetros de avión acumulados que Nicolas Anelka.

VAGNER LOVE
De los jugadores más sobrevalorados de la última década, ha tenido la suerte de estar parado en el lugar exacto a la hora precisa y se ha embolsado dos campeonatos sudamericanos de selecciones. Su ego supera su sobreprecio, de ahí que use Love en la camiseta, como homenaje a sus propias cualidades de amante.

NICOLA AMORUSO
14 equipos en los que – apenas – un par de veces superó los 10 goles por año, era un delantero que no asustaba. Su hermana Sonia tiene mayor contacto con la élite futbolística, casada con un tal Del Piero.

VALENTINO MAZZOLA
Las crónicas hablan de un superdotado, del líder de un Torino multicampeón que nunca volvió a ser el mismo. Su historia es para un libro completo: a los 10 años salvó a otro niño de morir ahogado, debutó jugando para Alfa Romeo,  encontró la muerte en la “Tragedia de Superga” y dejó como heredero a su hijo Alessandro, mito viviente del fútbol de la península.

BONUS TRACK
La celebración máxima del amor, que quedó en las retinas de todos y sigue siendo usada hasta el día de hoy.


Por Cristóbal Torres @dontobal