Como cada 14 de febrero, calles,
redes sociales, malls y plazas se dividen irremediablemente entre los que
celebran el amor con toda clase de artilugios rojos, aquellos que declaran al
amor como algo diario y consideran este día solamente una fecha comercial
(adhería a este grupo hasta que vi quebrar a village y dudé del dinero que
mueve la celebración) y los que simplemente no le dan ninguna vuelta, pero
aprovechan algún cuponcito salido en una revista para cambiar los calcetines
percudidos.
Transversal a los grupos
anteriores, hay un amor fiel que nos entrega todo y al que retribuimos en
diferentes medidas; que ni en un día como hoy se detiene (para muestra, Liga de
Europa, Copa Libertadores), el fútbol. Categorías de fútbol y amor sobran:
hinchas sacrificados, hinchadas coloridas con cánticos originales, futbolistas
y corazones a las cámaras, futbolistas y besos padrinescos a anillos, etc. Goles son amores, pero no
exclusivamente, ya que también existen futbolistas cuyos nombres encarnan el
amor sin dobles lecturas.
GUILLERMO
AMOR
Amor en estado puro. El mediocampista
que marcó – en palabras del aprendiz – el camino a Pep Guardiola y, de paso,
obligó a Luis Milla a buscarse un lugar lejos de Cataluña, en el archirrival.
Sigue siendo uno de los jugadores con más partidos y títulos en el club,
actualmente trabaja en las divisiones inferiores de los culés. Uno de los
sustentos del primer mito: el Barca de Cruyff es impensable sin el “antecesor”
de Busquets.
MARAT
IZMAILOV
Uno de los apellidos más
románticos del medio futbolístico, tiene como portador a un ruso que no escapa
a las cruces que suelen cargar los talentosos nacidos tras la cortina de
hierro. Talentoso, frágil e indisciplinado por partes iguales, ha visto largas
temporadas desde la enfermería. Este año traiciona al Sporting y recala en las
filas del Porto, está por verse si seguirá lastrado por lesiones.
MARCIO
AMOROSO
Delantero de rachas, letal
e irrelevante en años seguidos, repartió sus mejores momentos en Udine y
Dortmund, alcanzándole incluso para vestir la canarinha y alzarse con una Copa América. Vistió la camiseta de 11
equipos (sin contar selección), lo que lo sitúa en el exclusivo grupo de los
que tienen más kilómetros de avión acumulados que Nicolas Anelka.
VAGNER
LOVE
De los jugadores más
sobrevalorados de la última década, ha tenido la suerte de estar parado en el lugar
exacto a la hora precisa y se ha embolsado dos campeonatos sudamericanos de
selecciones. Su ego supera su sobreprecio, de ahí que use Love en la camiseta, como homenaje a sus propias cualidades de
amante.
NICOLA
AMORUSO
14 equipos en los que –
apenas – un par de veces superó los 10 goles por año, era un delantero que no
asustaba. Su hermana Sonia tiene mayor contacto con la élite futbolística,
casada con un tal Del Piero.
VALENTINO
MAZZOLA
Las crónicas hablan de un
superdotado, del líder de un Torino multicampeón que nunca volvió a ser el
mismo. Su historia es para un libro completo: a los 10 años salvó a otro niño
de morir ahogado, debutó jugando para Alfa Romeo, encontró la muerte en la “Tragedia de Superga”
y dejó como heredero a su hijo Alessandro, mito viviente del fútbol de la
península.
BONUS
TRACK
La celebración máxima del
amor, que quedó en las retinas de todos y sigue siendo usada hasta el día de
hoy.
Por Cristóbal Torres @dontobal
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