jueves, 10 de enero de 2013

Copa Libertadores: Colo Colo vs. Universidad de Chile, el clásico que nunca fue


Durante la historia de la Copa Libertadores de América, los choques entre Peñarol y Nacional, Olimpia y Cerro Porteño, Boca y River, América y Deportivo Cali, Barcelona y Emelec, por citar algunos ejemplos, han sido muy frecuentes. Las dos primeras parejas se explican particularmente por el poderío incontrarrestable de aquellos equipos en su competencia local, lo que se ha relativizado en las últimas décadas. El resto, rivalidades históricas con diferentes razones. Con este contexto, es curioso que se hayan presentado clásicos regionales (como Central vs. Newell’s y Blooming vs. Oriente Petrolero) y no el mayor partido de Chile, Colo Colo vs. Universidad de Chile. Muchas veces estuvieron a punto de hacerlo, en otras no. En los períodos de máximo esplendor albo, la U flaqueaba, y viceversa.
En el presente artículo, revisaremos los tres momentos en que este clásico estuvo a punto de encontrarse en el máximo torneo continental de clubes en Sudamérica.

1980
En 1973, sí, la mítica Libertadores del 73, estuvo cerca de producirse el encuentro. Bastaba que en la última fecha la U venciera a O’Higgins, que no se jugaba nada, en Rancagua, y que Unión Española no venciera como visita a San Felipe, el campeón vigente. No ocurrió ni lo uno ni lo otro, y fueron los hispanos los que consiguieron el segundo cupo. Siete años más tarde, la oportunidad fue mucho más clara, y con el mismo rival en el camino. Corría 1979 y Colo Colo se adjudicaba con holgura el campeonato. Era el equipo de Caszely y Vasconcelos, más la magia de Mané Ponce y Carlos Rivas, dirigidos por Pedro Morales. Lo secundaron a distancia, separados todos por dos puntos, Cobreloa, Unión Española, Universidad de Chile y O’Higgins, teniendo todos la posibilidad de disputar el segundo cupo continental en una liguilla.



Se jugaría todos contra todos y la U del Tata Riera debutaba con un empate ante los de Rancagua. Luego, vencería estrechamente a Cobreloa y Unión Española, mientras O’Higgins hacía lo mismo. Con esto, azules y celestes empataban en puntos y debían definir en un partido de desempate. El equipo de O’higgins venía de disputar la Libertadores ese año, y tenía un equipo de grandes jugadores: Leyes, Gatica, Valenzuela, Serrano, Bonvallet, Quiroz, Neira, Ahumada, Vargas, todos dirigidos por Orlando Aravena. Era el 04 de Enero de 1980 en el Estadio Nacional atiborrado de gente cuando Waldo Quiroz, figura celeste, consiguió el único tanto del partido a los 79’ de juego, dando pasajes a O’Higgins a su segunda Copa Libertadores consecutiva.



Junto con Colo Colo, los rancagüinos integrarían el grupo 5, conformado también por los paraguayos de Olimpia y Sol de América. La U de Carballo, Hoffens, Bigorra, Quintano y Socías, en tanto, debía resignarse a la opción de volver a la Copa, lo que habría provocado por fin el duelo ante sus principales rivales, Colo Colo. 



1999
En 1981, Cobreloa le ganó por un punto la liguilla a los azules y evitó el clásico en la Libertadores siguiente. En 1983, Magallanes fue el verdugo y en 1993 Unión Española amagó la esperanza azul. Pero más cerca estuvo a fines de siglo, cuando la definición del campeonato de 1998 fue electrizante. Luego de una amplia ventaja que alcanzó Colo Colo respecto de los azules, esta se acortó en las últimas fechas, dejando solo para el final el desenlace del torneo. Última fecha y el triunfo de la U sobre Audax obligaba a Colo Colo vencer a Iquique en el Monumental. Lo logró, pero no antes sin sufrir como pocas veces se recuerde. El gol del Murci Rojas no solo le daba el título a Colo Colo, sino que también el primer cupo a la Copa Libertadores de 1999. Los azules se debieron conformar con la liguilla y el primer escollo sería Deportes Concepción, equipo sensación de aquel año. Los dirigidos por Roberto Hernández vencieron tanto en Concepción como en el Nacional, consiguiendo el paso a la definición del cupo, donde enfrentarían a Universidad Católica que a su vez había dejado en el camino a Cobreloa. La ida quedó en blanco y todo se decidiría el 23 de Diciembre. La U formaría con Roberto Rojas, Castañeda, Ricardo Rojas, Fuentes, Aros, Arancibia, Musrri, Valencia, Rodríguez, González y Maestri. Esa noche nuevamente las vallas resultarían invictas y debían definir al clasificado mediante lanzamientos penales. Álex Varas contuvo los remates de Leo Rodríguez y de Cristián Castañeda, propiciando la celebración cruzada tras el último remate de Rodrigo Ríos. Así, la Universidad Católica se instalaba nuevamente en la Copa Libertadores, integrando el grupo de Colo Colo, Universitario y Sporting Cristal.



2005
Con el formato de la Copa ya cambiado, el año 2005 nuevamente Colo Colo y Universidad de Chile estuvieron a punto de reeditar el clásico local a nivel internacional. Por haberse consagrado en el Apertura 2004, los azules consiguieron un cupo directo a la segunda fase de la Copa, la fase de grupos, donde también estaban Sao Paulo y The Strongest. El cuarto equipo del grupo se definiría en una llave de ida y vuelta entre el tercer mejor puntaje en la temporada 2003/04 del fútbol argentino y el mejor puntaje de la fase regular del Clausura 2004 del campeonato chileno. Así, los representantes serían Quilmes y Colo Colo. Los albos eran claros favoritos, tanto que ya se preparaban los duelos con el clásico rival, surgiendo problemáticas como el escenario de los partidos. Sin embargo, la historia sería distinta. La ida se jugaría en Buenos Aires, con un aburrido 0-0. La fiesta estaba lista en el Monumental una semana después, más aun cuando Mauricio Donoso convertía mediante tiro libre gracias a la complicidad del arquero Pontiroli. Minutos más tarde, Diego Torres alcanzaría el empate, lo que le daba la clasificación gracias al gol de visita marcado. Pero a la media hora de juego llega un momento clave: Desábato se disfraza de arquero y es expulsado. Aceval anota el penal cayéndose y todo era felicidad para el pueblo albo. La clasificación estaba ahí, el clásico también. Sin embargo, una desafortunada acción en el segundo tiempo no lo permitió y Miguel Riffo anotó en propia puerta. El elenco de Marcelo Espina no pudo sobreponerse pese a tener un jugador más y a la presencia de la revelación del equipo: Matías Fernández, que venía de clasificar al Mundial Sub 20. Llegó el término del partido y la celebración cervecera, que volvía a disputar una fase grupal en Libertadores tras 26 años. Celebración que aplazaba indefinidamente la posibilidad de ver un Colo Colo vs. Universidad de Chile en el máximo torneo continental.


Vale mencionar que en la Copa MERCOSUR del año 1999 se vieron las caras en la fase grupal, con un triunfo colocolino y un empate. En cuanto a la Libertadores, con el nuevo formato de Copa es muy difícil que dos equipos del mismo país se encuentren en alguna llave. Por ello, quizá pasen muchos años para que podamos ver el clásico chileno en este, el torneo más importante del continente.

Por Luis Armandoski

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