“Herencia Vacante: es aquella situación que se produce
cuando el fallecido no tiene descendientes directos o no dejó testamento”
Esta definición,
que no guarda aparentemente relación con el fútbol, sino que es mas propia de
quienes hicimos del Derecho nuestra profesión, tiene, sin embargo, su propia
versión en lo que tiene que ver con el Deporte Rey. Tal es el caso de los
torneos oficiales alcanzados por equipos que, con posterioridad, han dejado de
existir. A continuación, una breve enumeración de algunos casos (incluyendo un
ejemplo acaecido en nuestro propio país) y, en la medida que resulte posible,
una solución a la duda que sigue: ¿Quién se hace dueño de los títulos de un
equipo desaparecido?
·
Mariscal Santa Cruz: el equipo
boliviano, nacido en la década de 1920 y clausurado en 1976, tiene un raro
honor: aun cuando nunca obtuvo títulos de primera división en su país, ostenta
la marca de ser la única escuadra del país altiplánico en ostentar un
campeonato internacional. Nos referimos a la Recopa Sudamericana de 1970. Es
justamente ese trofeo el que queda sin titular cuando el “Club Cardenal”
desaparece.
·
Alumni: uno de los pioneros del fútbol
argentino, tiene a su haber la friolera de 10 campeonatos nacionales del país
trasandino. Los mismos que quedaron sin dueño con el cierre del club, en 1913.
Como curiosidad, cabe decir que hoy existe un equipo del mismo nombre, que es
considerado sucesor del original… pero que se dedica al rugby (deporte en el
que también ostenta un puñado de campeonatos de la disciplina).
·
Union 92 Berlin: campeón en los albores
del fútbol alemán, por allá por 1905, el cuadro de Brandemburgo fue declarado
en bancarrota en 1992 y, en consecuencia, fue disuelto. Hoy el Blau Weiss de
Berlín (de la sexta división del balompié teutón) se declara su sucesor.
· Chemie Leipzig: un caso aun mas extraño,
como es el de un equipo desaparecido que ostenta el campeonato de un torneo de
fútbol también desaparecido. En este caso, hablamos del torneo de liga de la
desaparecida Alemania Oriental (que tuvo su término con la disolución del país
en 1990) en su edición de 1951 y 1964. En este caso particular cuesta
determinar la condición del campeonato, no solo por falta de titular, sino que
por desaparición del torneo.
·
Marte: el club mexicano tiene una marca
que podríamos calificar de insólita en el fútbol mundial: los de Cuernavaca
alcanzaron el título de la primera división azteca en 1954 para descender en
1955 y ser expulsados de la Federación en 1956, lo que en la práctica significó
su desaparición.
·
Asturias: este equipo mexicano, creado
por la comunidad asturiana residente en este país, tiene el mejor registro de
triunfos en el torneo de Copa del país del norte (8 trofeos) y además ostenta
el título de primera división de México de 1944, el primero de la historia del
campeonato profesional en dicho país. Desapareció solo 6 años después.
·
Mariscal Sucre: el elenco limeño,
desaparecido en 1978 (solo un año después de su descenso a la segunda división
del fútbol peruano), tuvo en su palmarés los torneos nacionales de 1944 y 1973.
En este caso, como en la mayoría, ni siquiera hay un club “sucesor” que se
sienta adjudicatario de sus títulos.
·
Green Cross: ya entrando en terreno
local, el llamado equipo “pije”, institución señera en los albores del fútbol
chileno, obtuvo el campeonato nacional de 1945, para luego experimentar un
declive tanto en lo deportivo como en la afición de público, terminado con su
desaparición en 1965, fusionándose con Deportes Temuco, tras lo cual nacería
“Green Cross-Temuco” y, ya afincados en la capital de la Araucanía, en 1984
adoptan el nombre de Deportes Temuco (que se autodenomina sucesor en lo que a
historia se refiere), ya siendo una institución distinta respecto del club de
la Cruz Verde de los 40. Cabe mencionar que, junto a Santiago Morning, son los
dos únicos clubes chilenos campeones de liga que nunca han disputado la Copa
Libertadores de América.
En estos casos,
es complejo dar una respuesta tajante respecto a la “calidad jurídica” de los
campeonatos obtenidos. Particular es el caso del Chemie Leipzig, que ganó un
torneo que hoy no existe. Tampoco correspondería, en rigor, aplicar la lógica
de la sucesión por causa de muerte, entendiendo que hablamos de personas
jurídicas y no naturales. Empero, si podríamos fijar ciertos criterios para
adjudicar o definir la propiedad de los campeonatos de esos clubes, en los
casos en que la asociación nacional respectiva no haya dirimido ya el asunto.
Por ejemplo,
resulta evidente que si la desaparición fue solo un cambio de nombre, el club
sigue manteniendo propiedad sobre el torneo, mas allá de cualquier cambio
formal. En los casos en que el club no tenga sucesor (como Mariscal Santa Cruz
o Mariscal Sucre) los torneos pasan a quedar vacantes, siendo propiedad de la
Asociación respectiva (tal como en el caso de las herencias que no son
reclamadas por falta de sucesor y que pasan a las manos del Estado). Pero en
los casos en que ha habido fusión o cambio en la personalidad jurídica del
club, a criterio de quien suscribe el torneo, no se le puede tratar como
cualquier activo del club original, por lo que el torneo podría quedar vacante
y en manos de la Asociación respectiva a perpetuidad (como en el caso del Green
Cross).
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