Noruega había disputado, hasta
1994, solo un partido mundialista en toda su historia. Había sido en 1938. En aquella
ocasión, obtuvo su cupo gracias a ganar el frente a frente a Irlanda. En la
cita francesa, cayó en el debut ante la vigente y posterior campeona, Italia,
en un partido muy disputado (Piola desequilibró en el tiempo suplementario). Luego
de esa experiencia, Noruega no volvió nunca más a un Mundial, ni tampoco
participó de alguna Eurocopa. Sin embargo, rumbo al campeonato europeo de 1992,
la selección vikinga ya mostraba algunas cosas que la llevarían al siguiente
mundial. Gracias a una victoria en casa y a un empate como forastero, dejaba en
el camino a Italia, logrando que la Unión Soviética clasificase a la justa
continental.
El grupo que debía integrar rumbo
a Estados Unidos 1994 hacía sospechar que la selección noruega nuevamente sería
parte del pelotón europeo que sirve para rellenar las distintas zonas. Una de
las mejores Holanda de la historia; una Inglaterra que venía de ser
semifinalista hace pocos años y que por nombre siempre es favorito; dos rivales
siempre fuertes y difíciles como Polonia y Turquía, más la presentación del
combinado de San Marino. No obstante, contaba con una generación de jugadores
que pondrían a Noruega por la disputa de uno de los dos cupos.
El portero Thorstvedt, con amplia
experiencia y jugador del Tottenham. Pedersen, haciendo sus primeros pasos en
el IFK Goteborg sueco. El capitán Bratseth, del Werder Bremen alemán. Un joven Erik
Mykland, de la liga local. Kjetic Rekdal, del Lierse belga. Jostein Flo, del
Sheffield United. Estos jugadores componían la base del equipo, adiestrados por
Egil Olsen, histórico en la banca vikinga.
El sueño se iniciaba en Oslo, el
09 de Septiembre de 1992, recibiendo a la débil San Marino. Una goleada por
amplio marcador era necesario para comenzar a forjar una mística y así lo consiguieron,
con un contundente 10-0 (algo que nunca más conseguirían hasta hoy)
Dos semanas después, la prueba de
fuego ante Holanda, que alineaba, entre otros, con Koeman, De Boer, Rijkaard,
Van Basten y Bergkamp. A poco de comenzar, gol de Rekdal de penal y rápida
reaación de Bergkamp. Sobre el final, Sörloth hacía estallar el Ullevaal de
Oslo. 4 sobre 4 puntos, América estaba cerca.
El 07 de Octubre, había que
confirmar el buen comienzo en Serravalle, visitando a San Marino. Un 0-2 cómodo
antes de que se cumplan los 20 minutos cerraba el trámite. Con 4 partidos
jugados en el grupo, Noruega puntuaba 6, mientras que Polonia había vencido a
Turquía. El último partido del año sería ante Inglaterra en Wembley, palabras
mayores. Platt habría la cuenta para el equipo de Adams, Pearce, Ince,
Gascoigne, Wright y Shearer. Sin embargo, Rekdal enmudecía la catedral a poco
del final con un golazo de antología. Hazaña noruega, y con 7 puntos el año 1992 parecía de ensueño. En otros
duelos, Holanda cedía puntos ante Polonia, que luego recuperaría en Turquía.
San Marino, en tanto, engrosaba las puntuaciones del rival de turno.
Noruega volvería a jugar en Abril
de 1993, recibiendo a una difícil Turquía. Sin Thorstvedt, un joven Rossbach
debía ocupar el arco. Los turcos contaban con Hakan Sukur en sus filas, entre
otros. Era un partido clave para alejarse de los turcos en la tabla y fue así
como el ímpetu noruego los aventajó por 3-0 al minutos 55. El descuento turco
no cambió la historia, y Noruega ya sumaba 9 puntos, con una campaña perfecta
en Oslo. 02 de Junio, y la prueba de fuego para los noruegos. Recibían a una
complicada Inglaterra, que necesitaba del triunfo. En un partido parejo, los
goles de Leonhardsen y Bohinen estructuraban un histórico 2-0, que lo dejaba
prácticamente instalado en Estados Unidos.
Una semana después, turno de
viajar a Holanda. En el estadio del Feyenoord, el cero se mantendría hasta el
final, logrando una semana de ensueño para las aspiraciones noruegas. Luego de
este partido, las posiciones estaban: Noruega 12, Holanda 9, Inglaterra 9, Polonia
7, Turquía 3, San Marino 1. Restaban los duelos ante los polacos, y la visita a
Turquía.
22 de Septiembre en el Ullevaal. Un
triunfo ante una peligrosa Polonia era casi un boleto asegurado. En un partido
muy apretado, solo el gol de Flo quebró la paridad, estallando el júbilo
noruego.
El 13 de Octubre de 1993 sería un
día que los noruegos jamás olvidarían. En Poznan, visitaban a Polonia sabiendo
que el triunfo los devolvía a un mundial luego de 56 años., sin preocuparse del
último duelo en Turquía. En un partido memorable, los noruegos ganaron
trabajadamente, luego del 0 en el entretiempo. Un 0-3 histórico, que obligaba a
que los colosos de Holanda e Inglaterra se eliminaran entre sí.
Luego, la derrota, única en el
proceso en Estambul ni siquiera les quitaba el liderazgo del grupo. En EEUU
1994, cumplirían un decente papel, ganando (México), empatando (Irlanda) y
perdiendo (Italia) en el grupo, siendo perjudicados por la diferencia de gol. Con
4 puntos quedaban últimos en su zona, recordando que en Francia 1998 un equipo
finalizó segundo con solo 3 puntos. También estarían presentes en ese mundial (clasificando
en un grupo más asequible).
Luego de esa época de esplendor
noruega de los noventa, la selección no participó más en un mundial, ni tampoco
a una Eurocopa (salvo el 2000). Sin embargo, la gesta realizada en 1992 y 1993,
superando a potencias del continente, no será olvidada con facilidad.
Por Luis A.
mUY BUENO, FELICITACIONES. SALUDOS!
ResponderEliminarNICO
Muy buena generacion de futbolistas
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