Si
mi abuelita no estuviera muerta, estaría viva. Haciendo un ejercicio peculiar,
pero inservible hasta más no poder, descubrimos aquellos campeones fantasmas
que se vieron “perjudicados” por el antiguo sistema de dos puntos por victoria.
Tal sistema de puntuación fue utilizado en el campeonato chileno de Primera
División desde sus inicios –en 1933- hasta el torneo de 1994, en el cual
Universidad de Chile volvió a la gloria tras 25 años. Luego, se le otorgaron
tres puntos a cada victoria, valorizándola aun más y promoviendo el fútbol
ofensivo, elemento que al parecer no se ha visto alterado. A continuación
presentamos la historia de esos torneos que podrían ser reconsiderados por los
equipos perjudicados, pero prescritos en el tiempo.
1951,
los itálicos y su espina.
En
ese torneo, el título se definió en una final de desempate entre Unión Española
y Audax Italiano, que habían igualado a 36 puntos tras 27 partidos (2 etapas). Los
rojos ya tenían experiencia en definiciones, cuando solo unos meses antes habían
perdido dramáticamente la final ante Everton. En 1951 y tras la primera etapa,
Audax lideraba tranquilamente y le sacaba ventaja a los hispanos. Esto hasta
que sufrieron un duro revés ante Colo Colo, con lo cual llegaron igualados en
puntaje hasta el final. Por ello, tuvieron que definir en el Nacional, donde el
solitario gol de penal de Mario Lorca le dio el segundo título de su historia a
los rojos (dirigidos por el mítico Isidro Lángara, y con figuras como Fernández
al arco, Beperet, Cresmaschi y López). Pero Audax quedó con un sabor amargo:
ganó más partidos en el torneo que su rival directo (16 contra 15), con lo cual,
usando el actual sistema, se hubieran coronado y obtenido su cuarto título. El equipo
de Daniel Chirinos, Adelmo Yori, Ramiro Cortés, Carlos Tello y dirigido por
otro histórico como Ladislao Pakozdi, pudo sumar otra corona a su historial,
completando 5 en total y dejando en 6 a sus rivales de colonia.
(Imagen: Charla Técnica)
1954,
Colo Colo exigía otra final.
Sin
lugar a dudas, la definición del torneo de primera división en 1954 es uno de
esos grandes momentos emotivos que guarda el balompié nacional. Jugaban en la
última fecha los dos equipos con opción al título: Universidad Católica, con 42
puntos, y Colo Colo, con uno menos. En el Estadio Nacional, los albos solo
necesitaban ganar para sumar una nueva estrella –la séptima y el que sería su
primer bicampeonato-. De acuerdo a los resultados previos, Colo Colo había
realizado mejor la pega que los cruzados, con 19 triunfos, uno más que su
rival. Sin embargo, los dos puntos por victoria valorizaban más los empates
cruzados, que en la sumatoria le otorgaba una unidad de ventaja por sobre el Cacique.
Así, la gran actuación de Litvak, más la suerte, permitió que la UC
lograra su segunda estrella tras un empate en blanco en ese Enero de 1955. Esa
UC de Montuori y el entrenador Burnikell. Si la ANFP (o antecesora) se hubiera
adelantado, “la treinta” pudo haber llegado en el Clausura 2009.
1958,
iba a ser el debut soñado.
Santiago
Wanderers logró su primer título en 1958, luego de una gran campaña bajo el
mando de José Pérez, y la actuación de figuras como Hoffmann, Sánchez, Tobar y
Martínez. El torneo fue verde solo al final, ya que gran parte del mismo fue
dominado por Colo Colo y un joven equipo de La Serena, que hacía su debut en la
máxima categoría. Sin embargo, hubo un partido clave, en el cual el cuadro
papayero perdió de local antes los Panzers. De allí, solo debió luchar por
alcanzar a los dos punteros, teniendo como gran estrella a Carlos Verdejo. En la
última fecha, debía esperar que verdes y albos perdieran sus partidos para
forzar un triple empate en puntos. Y estuvo cerca, ya que Everton apabulló a
Colo Colo en Viña, y O’Higgins estuvo a punto de amagarle la fiesta a Wanderers.
Pero al conjunto papayero le quedó un
consuelo: ser el equipo con más triunfos de la temporada, toda una proeza dada
la cantidad de años desde su fundación. Si el sistema de puntuación era el que
se usa actualmente, Wanderers y La Serena hubieran jugado un emotivo partido de
desempate por lograr el primero de sus títulos. Para La Serena, sin embargo, no
hubo opción ni ilusión de ahí en más.
1962,
definición vibrante.
El
año del Mundial tuvo un final apasionante. El 16 de Marzo de 1963, las dos
Universidades definieron el título en un vibrante encuentro en el Estadio
Nacional. La U tenía la opción de su tercer título; la UC, el cuarto más su
primer bicampeonato. Igualados en 50 puntos, muy lejos de sus perseguidores, la
final era todo un acontecimiento recibiendo a más de 80 mil personas en el
estadio. Sin embargo, los cruzados pudieron haber tenido una espina: ganaron
más partidos y, de acuerdo con el sistema actual, no era necesaria aquella
pirotécnica definición. El triunfo en la última fecha ante Green Cross le
hubiera dado la gloria al equipo de Mocciola, y que tenía un gran número de
referentes: Behrends, Villarroel, Prieto, Fouillioux, Tobar y Ramírez. La definición,
evidentemente, fue azul. Un estrafalario 5-3, con Campos y Álvarez como
figuras, le dieron el tercer título al Ballet. Si la UC apelara, su palmarés en
primera subiría a 11, mientras que la U alcanzaría la quincena de campeonatos.
Como
vemos, los abogados de Audax, Colo Colo, La Serena y Universidad Católica podrían
dirigirse al Tribunal de la ANFP para reparar un daño a sus respectivos
palmareses. Fuera de broma, si el actual formato se hubiera instaurado en 1933
(y considerando que los equipos no hubieran variado sus resultados sabiendo
esta condición), Audax Italiano sumaría 5 estrellas y la U. Católica 11. Por
otro lado, Unión Española hubiera celebrado solo su sexto título en el
Transición y Universidad de Chile llevaría 15 coronas en su historial. Además,
La Serena pudo haber sido campeón en su debut en primera división y Colo Colo
ya habría alcanzado la mítica Treinta, en Diciembre de 2009.
Luis Armadoski
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