sábado, 10 de marzo de 2012

Colón de Santa Fe en Copa Libertadores 1998

Colón de Santa Fe fue fundado en 1905 y nunca ha logrado titularse campeón en la primera división. Carga con ese estigma junto a otros como Gimnasia y Platense, a pesar de poseer históricamente una destacada gama de jugadores en sus equipos. Luego de un periplo por el Nacional B, el conjunto Sabalero cuajaría una gran actuación en el segundo lustro en la década noventera. Así es como fue escolta del River en el Clausura 1997, lo que le valió la oportunidad de disputar ante Independiente (subcampeón del Apertura 96) el segundo cupo para la Copa Libertadores de 1998. Antes del partido de definición, Colón tuvo su primera experiencia internacional en la Copa Conmebol de 1997, donde sorpresivamente eliminó a Universidad de Chile, para caer ante el campeón vigente Lanús en semifinales. Es así como llegó al gran partido el 03 de Diciembre en cancha de los mismos granates. En un partido muy friccionado y duro, Colón logró la victoria tras una gran jugada del ‘Bichi’ Fuertes y la definición del uruguayo Marcelo Saralegui. Con esto, se desataba la algarabía santafesina, con invasión al Obelisco incluida y la amargura de Independiente.
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El equipo de Colón, conducido por Francisco Ferraro primero, y por Daniel Córdoba después, tenía el privilegio de contar con un real equipazo. Leo Díaz, Hugo Ibarra, Luis Medero, Diego Castagno Suárez, Rodolfo Aquino, Marcelo Saralegui, Cristian Castillo y Esteban Fuertes eran sólo alguno de sus principales nombres. Con esta base, el Sabalero lograría hacer historia para Santa Fe en la Copa. Debutó el 04 de Marzo como locales en el Brigadier López ante el River de Ramón, Enzo, Salas y Sorín, entre muchos otros. Celso Ayala y Marcelo Escudero le dieron una ‘cordial’ bienvenida a Santa Fe, mientras que Sorín se les sumó, pero sin comillas. Así se decretó el 1-2 del debut. Luego debería recibir a los peruanos de Sporting Cristal (último finalista) y Alianza Lima. Ante los primeros conseguiría su debut triunfal en la Copa, gracias al solitario tanto de Nelson Agoglia en la agonía del encuentro. Una semana más tarde, Gustavo Sandoval conquistaría la anotación para repetir la dosis, esta vez ante Alianza, y otra vez sobre el final. Con 6 sobre 9 puntos, Colón necesitaba rescatar algo como visita si pretendía acceder de ronda. No comenzaría de la mejor manera, ya que River no tendría piedad en el Monumental, venciéndolos por 4-1 (Saralegui había empatado). Abril sería el mes de la expedición a Perú, donde comenzó con una derrota por la mínima ante Alianza Lima, en un clima eminentemente hostil, de esos que sólo se ven en esta competición. Siete días después sería el turno de visitar a Sporting Cristal. Una derrota los dejaba en el camino, pero el golazo de Sandoval a los 71’ calmaba los ánimos. El empate de Soto, a los 85’, sin embargo ponía angustia a los minutos finales. Para fortuna sabalera, el marcador se mantuvo igualado, alcanzando la histórica clasificación a octavos de final.



En la ronda de los 16 mejores, hablar de Olimpia son palabras mayores. Una eliminación digna no podría ser mal vista por el concierto internacional. Sin embargo, el ímpetu santafesino pudo más. Jugaron el partido de ida el 23 de Abril en Santa Fe, en un verdadero espectáculo. Abrió la cuenta el eterno ‘Bichi’ Fuertes a los 30’, aumentando el mismo delantero a los 34’. Tras el descanso, a los 55’, Mozón descontó, y a los 62’, Aquino estiraba las cifras para el equipo local. Caballero a los 82’ terminó por estructurar el 3-2, dejando abierta la llave para el partido de revancha. Este se disputaría siete días después, donde sólo un gol de Monzón rompió el cero. Luego, en una definición por penales nefasta (se fallaron 6 de 9 lanzamientos), los aciertos de Unali y Aquino más la espectacular actuación del arquero Burtovoy le dieron a Colón una alegría indescriptible para su pequeña y gran historia.



Debido al reglamento que obligaba enfrentar a dos equipos del mismo país si los hubiere en cuartos de final, Colón debía medirse nuevamente ante River Plate. El partido de ida se jugó el 20 de Mayo en el Monumental, donde Pablo Aimar abrió el marcador a los 17’. Marcelo Saralegui silenció a la parcialidad millonaria a los 33’ cuando consiguió el sorpresivo embargo. Sin embargo, a los 44’, el colombiano Juan Pablo Ángel estructuró el 2-1 definitivo. El resultado era esperanzador para el equipo santafesino, y se tenían confianza para dar vuelta el resultado en el Cementerio de Elefantes. En un estadio colmado, el gol de Fuertes en la media hora hizo estallar de algarabía al público. Con esto, forzaban los penales y se ponían a un gol del sueño llamado semifinales. Sin embargo, la jerarquía de equipo y jugadores de River Plate pudo más, y con goles de Berizzo, Ángel y Sorín, pusieron fin a cualquier esperanza de Colón. El equipo millonario posteriormente sería eliminado por Vasco da Gama en semifinales, mientras la hinchada sabalera no paraba de aplaudir la actuación histórica de su equipo. A partir de ese momento, Colón ha combinado buenas y malas actuaciones en primera, siempre quedando al debe con el objetivo del título. Han tenido una que otra participación internacional sin mucha trascendencia. Sin embargo, saben en Santa Fe que tienen el honor de ser el único de esa zona en lides internacionales, elemento que sacan reflotar a menudo.



Para concluir, la campaña de ese Colón 1998 dejó un sinfín de historias. Una de aquellas las rescata el Diario El Litoral sobre el Profe Córdoba: “el partido contra Alianza Lima, cuando al profe se le ocurrió reconocer el estadio el día anterior. Fueron a la tardecita, para que al anochecer se prendieran las luces para probar cómo estaba esa iluminación. Las luces jamás se prendieron, pero el profe no se resignó. La cancha estaba ubicada en un pozo, y Córdoba — ¿de dónde los habrá sacado?— consiguió que dos o tres coches ingresaran por una explanada y se ubicaran en la parte superior de una de las tribunas, iluminando hacia el campo de juego. Así, casi en penumbras, continuó con el entrenamiento. Cosas propias de la Libertadores, que por haber nacido y crecido en Estudiantes, el profe se las conocía de memoria”. También se destaca la pasión de la hinchada sabalera, los infiernos de Lima, la actuación de Burtovoy en Asunción, el penal errado del ‘Loco’ González, entre muchas otras historias.

Por Luis A.

Fotos extraídas de:

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